sábado, 6 de marzo de 2010

Seminario. Primera clase


El fantasma, trama en la que se enredan el amor y el cuerpo.


García Marquez, en su biografía Vivir para Contarla habla de sus pesadillas. Sabemos que los escritores tienen la facultad de dejar volar en voz alta su inconsciente, un don que entregan. Apropiarnos de esa entrega, nos puede permitir entender algo del tema que intentamos abordar, el fantasma, que como bien lo enseña el psicoanálisis, por supuesto se manifiesta en el sueño. Ël dice:

No sólo eran sueños incontrolables…También eran indescifrables, porque no sucedían en situaciones pavorosas, sino al contrario, en episodios felices con personas o lugares comunes que de pronto me revelaban un dato siniestro con una mirada inocente.

De otro lado, ya no un escritor sino un psicoanalista, Juan David Nasio, en su texto Los Ojos de Laura, narra lo siguiente:

Pongo fin a la sesión, acompaño a la paciente hasta la puerta y la cito para el día siguiente. Minutos después dejaba el consultorio con la intención de buscar mi correspondencia cuando me sorprendió encontrarla bañada en lágrimas en el pasillo, esperando el ascensor. Nada en la sesión había hecho presagiar ese desenlace. Cruzamos una mirada furtiva y viéndola llorar, por pudor contengo mi gesto de partir, giro y vuelvo sobre mis pasos. Exactamente en ese momento se me impone una viva impresión, sonorizada así:”No he visto a alguien llorando, he visto unos ojos llorando” y me oigo repetir una vez más: “he visto unos ojos llorando”.

Los dos nos hablan de la mirada, de una mirada que porta un mensaje y, en ambos no se sabe cuál es, sólo que abre a una interrogación. En el primer caso nunca lo sabremos, pero sí en el segundo donde Nasio a partir de su seguimiento al caso, encontrará que esos ojos que vio llorando, son los de un cuadro que él nunca verá, que siempre estuvo a la cabecera de la cama de la hermana de Laura. Una hermana que se había suicidado y la razón del pedido de análisis, dos años atrás, por ese duelo que se manifestaba en una profunda tristeza, migrañas y vértigos.  

También como apoyo al encuentro de un tema que tiene toda la dificultad para teorizarlo, acudimos a otro escritor, en este caso uno que estuvo en contacto con el psicoanálisis, Pierre Rey, quien en su libro Una Temporada con Lacan, narra el caso de una paciente que fue recibida por un analista a quien él conocía. Madame B. camarera de un bar, casi analfabeta, la despedían de su trabajo por desmayarse sin razón. Los médicos siempre le decían: no tiene usted nada. Termina en la consulta del Gordo, quien le narra el caso a Rey. Un día lleva un sueño del cual se desprende un relato:

“Todos los domingos juego a la quiniela hípica. Pues bien he soñado que en mi combinación de tres cifras apostaba dos veces por el mismo número, el 4. Jugaba el cuatro, el cuatro y el nueve: cuatro-cuatro-nueve”… Luego el relato de un episodio muy antiguo, cuando debía tener entre quince y dieciocho meses. Aquel día su madre estaba haciéndole mimos. Llega su amante. Trae un regalo…la madre queda extasiada ante un soberbio abrigo blanco, lo extiende sobre la cama…llena de gratitud abraza a su amante…a pesar de los gritos de protesta de la niña…que redoblan. Para calmarla su madre la coge en brazos y la deja en medio de la cama, encima del abrigo. Y acompaña a su amante hasta el rellano…El amante se va. La madre vuelve a su cuarto, lanza un grito de furor y da una buena azotaina a la niña…madame B ha ensuciado el abrigo con sus excrementos. Ha hecho caca sobre el abrigo…Caca nuevo. 4-4-9.

Hasta ahora varios casos, ¿qué tienen que ver con el fantasma? Hemos nombrado la mirada y las heces, la angustia, lo siniestro, el dolor y el llanto. También el vértigo, la caída y algunos fonemas, pero no el sujeto. Para nombrarlo recurrimos a las palabras de Miguel Hernández en este corto poema: Si me matan, bueno/ si vivo mejor/ ante la vida sereno/ y ante la muerte mayor/ Si me matan, bueno/ si vivo mejor.

Lo nombramos porque tiene todo que ver con el sujeto, el sujeto de la vida y de la muerte, de la palabra, el sujeto de la castración.

Hasta aquí los esbozos de una primera clase para dejarla que transcurra…

Clase del martes 2 de marzo de 2010




No hay comentarios:

Publicar un comentario