lunes, 24 de mayo de 2010

Entrevistas

A Jacques Lacan 
Sepa usted que Francia es el único de los grandes países civilizados que no posee una traducción completa y se­ria de la obra de Freud. La responsable de este estado de hecho es en primer lugar la Princesa Marie Bonaparte, quien había instituido una especie de privilegio para las traducciones de Freud al francés. ¿Esta situación va a cambiar? La misma tuvo consecuencias graves. Obturó los efectos que el descubrimiento de Freud debía obtener por medio del campo de las Letras, que sin embargo se mostró en varios niveles tan abierto a su resonancia: los surrealistas sin duda, pero el propio Mauriac no quedó intacto al respecto[…}Cuando leemos bajo la pluma de un hombre como Gide, quien estaba suficientemente advertido de estos problemas, que Freud es un imbécil de genio, estamos forzados a decir que Gide no conoció de Freud más que a unos intérpretes que eran, ellos, unos imbéciles sin genio. Ahora, las Letras saben a qué atenerse. Y quizá está ahí todo el sentido — en todo caso el sentido más seguro — donde adquiere su derecho el uso del término estructuralismo.
 A Michel Foucault
El poder es algo que no existe. Esto es lo que quiero decir: la idea de que hay en un sitio determinado, o emanando de un punto determinado, algo que sea un poder, me parece que reposa sobre un análisis trucado, y que, en todo caso, no da cuenta de un número considerable de fenómenos. El poder, en realidad, son unas relaciones, un conjunto más o menos coordinado de relaciones. Así pues, el problema no consiste en constituir una teoría del poder que tendría como función rehacer lo que un Boulainvilliers por un lado, un Rousseau por otro, quisieron hacer. Los dos parten de un estado originario en el que todos los hombres son iguales, y luego, ¿qué ocurre? Invasión histórica para uno, acontecimiento mítico-jurídico para el otro; siempre, a partir de un momento, las personas no tuvieron ya derechos y apareció el poder. Si tratamos de edificar una teoría del poder, nos veremos siempre obligados a considerarlo como surgiendo de un punto y en un momento dado, del que deberá hacer la génesis y luego la deducción. Pero si el poder es en realidad un conjunto abierto, más o menos coordinado (y sin duda tirando a mal coordinado) de relaciones, en ese caso, el único problema consiste en procurarse una red de análisis, que permita una analítica de las relaciones de poder.
A Jacques- Alain Miller
Juan-Pablo II tampoco era un progresista, pero tenía una personalidad radiante, la experiencia del mundo, y también dicen, mujeres. Era un gran astuto que les dio una lección a los comunistas, una bestia de escena también, un hombre del Verbo, sabiendo hablar a la multitud y seducirla, un inspirado. Benedicto es un hombre de la Letra, un erudito, un profesor, hábil para hacer hablar a los textos, y al que le gusta tocar el piano en soledad. Es, además, franco como el oro: dice siempre en voz alta lo que piensa. Ese es su error. Un papa no habla solo a Dios, sino a todos los pueblos de la tierra. Desde que este Otro inmenso del que nada conoce aúlla a la muerte, lo vemos sobresaltarse, recular, arrepentirse.

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