"Marlon Brando. Cuando el deseo se hace
hombre"
Eva Gerace
Un trabajo sobre la biografía de Marlon Brando, nos permite seguir el movimiento que produce no solamente una de las más destacadas figuras del cine contemporáneo, sino la creación de un estilo propio. Brando que como todo hombre llega al mundo vestido por esas palabras que heredamos y que luego nos habitan, para bien o para mal, encuentra un modo de quebrar aquello que podía haber escrito un destino de fracaso.
Eva Gerace
Un trabajo sobre la biografía de Marlon Brando, nos permite seguir el movimiento que produce no solamente una de las más destacadas figuras del cine contemporáneo, sino la creación de un estilo propio. Brando que como todo hombre llega al mundo vestido por esas palabras que heredamos y que luego nos habitan, para bien o para mal, encuentra un modo de quebrar aquello que podía haber escrito un destino de fracaso.

Cuando leí esta frase me
pregunté: ¿y si volviera sobre la historia para reencontrar al hombre que está
detrás del mito? Así nació este ensayo, para una conferencia sobre disturbios
alimentarios, con el nombre: La
comida siempre ha sido una buena amiga.
Parafraseando a Borges, sería útil recordar que somos todo el pasado, somos nuestra sangre, somos la gente que hemos visto morir, somos los libros que nos han mejorado, somos gratamente los otros.
Parafraseando a Borges, sería útil recordar que somos todo el pasado, somos nuestra sangre, somos la gente que hemos visto morir, somos los libros que nos han mejorado, somos gratamente los otros.
Dirigí mí interés en la
investigación biográfica sobre Marlon Brando, siguiendo este recorrido,
preguntándome si ello podría posibilitar reconocer una estructuración subjetiva.
Freud inaugura un estilo cuando escribe sus historiales y
muestra en el caso de Elisabeth Von R .la íntima relación que existe
entre la historia de aquella paciente y sus síntomas. Lo que tan tempranamente
formula es el nexo entre la historia de un sujeto y el síntoma, demostrando la
sobre determinación de éste. El síntoma, esa palabra amordazada que cada
análisis intenta desanudar, es el timón que Freud enseguida intuyó. Vehículo
fundamental para poder alcanzar al sujeto.
Al exponer sus
descubrimientos, construyendo y escribiendo un historial clínico, nos muestra
que hay una especificidad en relación a
la literatura y una diferencia con respecto al género biográfica. La literatura trabaja con las historias
dando vida a cuentos, relatos o romances; las biografías catalogan de
diferentes formas los datos de una vida o de una parte de ella, relatándolas.
Las autobiografías eligen en el recuerdo las escenas que nosotros los lectores,
sabemos que son significativas para el autor. El analista lee o construye un
caso clínico que lo arriesga al agujero
privilegiado de su oreja, la que no puede tapar.
Marlon Brando no es un
paciente y ni un caso inventado, es un personaje público que marcó la historia
del cine moderno. El actor cuenta y hace escribir parte de su vida y con eso
nos viabiliza una lectura posible desde el psicoanálisis. La biografía que
toca la estructura del hombre-mito, da así la posibilidad de construir una
historia hecha de frases y escenas. Gracias a su sensibilidad, Brando es el
mejor lector de sí mismo. Es él, quien a través de las conjunciones de los
datos así organizados, nos regala un argumento, donde el narrador no está aquí
con nosotros… ¿No está con nosotros?
Voy a trabajar en
principio con el relato de un relato, pues Brando le pidió a Robert Lindsey, en
1988, que escribiera un libro
sobre un período de su vida en el que creía que alguien le había hecho un mal
terrible a alguien que él amaba. Narra su historia y luego Lindsey nos la
cuenta. ¿Qué nos muestra este libro desde el comienzo? Que ante lo que llamamos
realidad, la única forma que tenemos de acceder a ella es a través de la
ficción.
Ahora
dejemos que sea Marlon Brando quien hable de sí. Como en una narración, lo
invito para que hable en primera persona. Vamos a escuchar lo que él antes se
escuchó a sí mismo.
¿Qué
fue lo primero que le dijo Brando a Robert Lindsey, el periodista que iba a
redactar una de sus biografías? Que le podía preguntar sobre el tema que
quisiera excepto de sus matrimonios y de sus hijos. Promesa que mantuvieron. El
biógrafo lo presenta como al "hombre más
curioso que jamás
haya conocido". Esta curiosidad irrefrenable es lo que caracteriza a
Brando; su deseo de conocer le da la posibilidad de preguntar. Sabe interrogar.
¿Cuál es el sueño de
todo neurótico? Retornar al Otro Primordial. Esto quiere decir que dicho sujeto
vive demandando que lo amen, que lo cuiden, que le den.
Marlon considera a la
comida como una buena amiga, su relación a la comida pasa a ser una cuestión de
existencia.
Inicio a tejer con
algunos hilos esta construcción. En psicoanálisis decimos que se produjo un
cambio en la posición subjetiva cuando el sujeto deja de demandar y se
constituye como sujeto deseante. Éste aparece cuando logra atravesar la
experiencia de una falta. Cuando se da cuenta de que el sueño del paraíso feliz
era sólo eso, un sueño, que nunca ha sido todo para el Otro, que desde siempre
somos seres faltantes. En
términos freudianos, sujeto sería aquél que logra atravesar la experiencia de
la castración [7].
Estamos nombrando al
sujeto en su esencia, cuya constitución se hace alrededor de una falta. A esa
falta la llamamos deseo.
Il desiderio, per quel che
ancora le parole significano,
rimanda alle stelle: de-sidera.
rimanda alle stelle: de-sidera.
Es
necesario que algo se pierda, que el objeto esté perdido, para que pueda surgir
la función causa del deseo. Se puede desear
porque algo faltó. El deseo funda al sujeto. ¿Y este sujeto cómo se colocará?
Debe ubicarse como consecuencia de aquella pérdida. Esto conviene que suceda,
para así propiciar en el sujeto, un "saber" de aquello que le falta.
Elaboración necesaria para que el sujeto se encarrile en las vías de su deseo, cuestión que he
tratado de indagar en Brando. ¿El actor habrá logrado partir en el tranvía llamado deseo?
Buscando a Mamá
"La comida siempre ha sido una buena amiga"
"La comida siempre ha sido una buena amiga"
Mamá Doddie había vivido siendo
joven experiencias interesantes, fue una de las fundadoras de la Omaha
Community Playhouse; la que más tarde se convertiría, desde el punto de vista
artístico, en una de las compañías de teatro experimental más prestigiosa del
país. Ella fue quien descubrió a Henry Fonda. Abandona todo para casarse, así Doddie
comienza a alcoholizarse.
Mi madre
me abandonó por una botella cuando yo era poco más que un bebé, luego me dejó
Ermi. Para mi mente de siete años, tras vivir con ella de forma tan íntima,
tras consagrarle mi pequeña vida, tras haber sido abandonado por la otra única
mujer de mi mundo privado, su desaparición fue un abandono y mi mundo se
derrumbó.
¿Cuál
es el deseo de la madre que podemos leer aquí? El de entregar a su hijo Marlon
a Ermi, para poder así ir a asirse de su botella. Al llegar a este punto
podemos escuchar dos traumas: el de seducción, activado por Ermi y el de
abandono. Sobre el modelo materno, se repite más tarde el de Ermi, la joven
niñera que deja un rasgo de Indonesia que él va a buscar, como satisfacción
incestuosa, en otras mujeres.
Brando también fue
famoso por su pasión por los helados. Una vez detuvo una filmación, estaba ido. El director, impaciente
por conseguir que su estrella se pusiera de pie y así reanudar la filmación, le
preguntó qué necesitaba. Él, hundiendo los ojos en las aguas de la gula
suspiró: me gustaría que esta fuente estuviera llena de helado de
chocolate. ¿Por qué?, pregunta el director y, tras una larga pausa Brando
contesta, porque me gustan los helados de chocolate.
Hay una infinidad de
anécdotas. Cuando filmó Queimada en Cartagena de Indias, se hacía traer
el helado en avión desde África; otra vez alguien lo encontró hecho un ovillo
en la cama, sumergido en litros de helados. Otros hablaban de ataques nocturnos
en los que se dedicaba a devorar hamburguesas.
Durante años, iniciaba
y abandonaba muchísimas dietas. Cuando tenía que perder peso lo lograba. Era
bastante habitual que bajase quince o dieciséis kilos, precisamente antes de
comenzar una filmación. Comer menos y hacer gimnasia lo hace adelgazar. El
problema era el ejercicio para el ánimo: lograr que la comida dejase de ser un
placer [9].
No era gordo por
naturaleza, lo era por comer, por gula. Engordaba gracias a su adoración por
los brownies, los helados y muchas otras pitanzas que engordan. ¿Otra forma
repetitiva de buscar a su mamá, en la ilusión de encontrarla, en la comida?
La prensa se ocupó con
mucha insistencia de este aspecto de Marlon Brando, lo mostraban bajo el modo
de excéntricas y deslumbrantes escenas de estrella caprichosa, como quien lo
tiene todo y no sabe qué más demandar. ¡Inocencia periodística!
Es el mismo Brando
quien nos enseña, al decirnos con su profunda sensibilidad y talento, que
sospecha el motivo por el cual comía de esa manera: cuando era chico, volvía de la
escuela y me encontraba con que mi madre no estaba y los platos se amontonaban
en la pileta de lavar. Como me daba una gran tristeza, abría la heladera y casi
siempre me encontraba con un pastel de manzana y un poco de queso, entonces era
como si el pastel me dijera: Vamos, Marlon, sácame de aquí. Me estoy helando
acá adentro. Sé un buen chico y sácame, saca también a Quique Queso. Así me
sentía menos solo. La comida siempre ha sido una buena amiga.
Quien come ya no está solo [10], dice Jaques Lacan al citar a Guillaume
Apollinaire, al final del Seminario III.
Marlon Brando homónimo
de su padre, los recuerdos de infancia con relación a él son que lo ignoraba y
le decía que no era bueno para nada. El actor no fue un niño reconocido en su
singularidad. Disfrutaba
diciéndome que yo era incapaz de hacer nada bien. Tenía la costumbre de
repetirme que nunca sería nada. Frase significante que marca
la vida de Brando.
¿Cuál es la historia
que traía este padre débil? Su madre lo abandonó cuando él tenía cuatro años. Sencillamente desapareció, y
así él comenzó a rodar de una tía solterona a otra. Fue criado por éstas y por
el abuelo paterno. En este contexto creció el padre de Bud, quien fue un hombre
aterrador, brutal, silencioso, reconcentrado, rabioso, que bebía mucho. Peleaba con
frecuencia y le gustaba dar órdenes. Marlon Brando confiesa que quizás este sea
el motivo por el cual toda su vida le había tenido aversión a la autoridad.
Continúa: Descargó toda su
rabia sobre mi madre. Su sangre estaba formada por una mezcla de alcohol,
testosterona, adrenalina y rabia. Por otro lado, podía hacer que una habitación
llena de gente riese. Era
alto y buen mozo y poseía una
abrumadora presencia masculina….
Vayamos a las frases
que propiciaron un corte en el destino de Marlon Brando.
Un maestro de inglés, a
cargo de la Asociación Dramática de la Escuela Shattuck le asignó un papel para
representar a un personaje llamado Ber. Cuando sus amigos y Duque dijeron que
había estado bien, el actor se sintió feliz. Fue en la misma época en que su
madre exclamó la frase propiciatoria: Hombre,
este muchacho sabe actuar. Hubo
también otro maestro que supo ver que Brando era bueno en los deportes. Fue
Julius, del colegio Santa Ana, quien durante la secundaria reconoció ese gusto
en él. Era la primera vez que
alguien afirmaba que hacía algo bien.
Dos maestros afirman
algo diferente y aseguran que hace algo bien, así cumplen una Función
Paterna que divide la
frase del padre y confirma el reconocimiento materno: este muchacho sabe actuar.
¿Con qué rompió Brando?
¿Dónde se produjo un corte? En la infortunada frase: papá siempre había
dicho que no valías ni dos centavos. Logró producir un cambio de posición
subjetiva; de no valer nada para el Otro pasó a mostrarse y mostrar cuánto vale
sobre un escenario. Darse-a-ver y reparar algo del padre. De la falta del Otro
Paterno.
A modo de conclusión
Concluimos con una pregunta [11] ¿Se produjo en Marlon Brando el cambio de posición subjetiva de la frase letal pronunciada por su padre? Una síntesis del recorrido que acabo de hacer nos daría una respuesta positiva. Ese cambio de posición le permitió llegar a construirse un lugar en el mundo.
Concluimos con una pregunta [11] ¿Se produjo en Marlon Brando el cambio de posición subjetiva de la frase letal pronunciada por su padre? Una síntesis del recorrido que acabo de hacer nos daría una respuesta positiva. Ese cambio de posición le permitió llegar a construirse un lugar en el mundo.
Sin embargo, uno podría
decir que en esta historia contada por Brando, como en todo sujeto, se
representan los "pecados" de los padres; volviéndose estos,
inevitablemente, síntomas en los hijos y en los nietos. En estas historias,
podríamos concordar con Lacan: cuando los
padres comen uvas verdes, los hijos tienen diarrea. Tal vez, las verdes
uvas de los Brando mayores llevaron a que en los hijos se repitiesen historias
de rifles, asesinatos, adicciones, alcoholismo y suicidio.
Un maestro de inglés, a
cargo de la Asociación Dramática de la Escuela Shattuck le asignó un papel para
representar a un personaje llamado Ber. Cuando sus amigos y Duque dijeron que
había estado bien, el actor se sintió feliz. Fue en la misma época en que su
madre exclamó la frase propiciatoria: Hombre,
este muchacho sabe actuar. Hubo
también otro maestro que supo ver que Brando era bueno en los deportes. Fue
Julius, del colegio Santa Ana, quien durante la secundaria reconoció ese gusto
en él. Era la primera vez que
alguien afirmaba que hacía algo bien.
Dos maestros afirman
algo diferente y aseguran que hace algo bien, así cumplen una Función
Paterna que divide la
frase del padre y confirma el reconocimiento materno: este muchacho sabe actuar.
¿Con qué rompió Brando?
¿Dónde se produjo un corte? En la infortunada frase: papá siempre había
dicho que no valías ni dos centavos. Logró producir un cambio de posición
subjetiva; de no valer nada para el Otro pasó a mostrarse y mostrar cuánto vale
sobre un escenario. Darse-a-ver y reparar algo del padre. De la falta del Otro
Paterno.
A modo de conclusión
Concluimos con una pregunta [11] ¿Se produjo en Marlon Brando el cambio de posición subjetiva de la frase letal pronunciada por su padre? Una síntesis del recorrido que acabo de hacer nos daría una respuesta positiva. Ese cambio de posición le permitió llegar a construirse un lugar en el mundo.
Concluimos con una pregunta [11] ¿Se produjo en Marlon Brando el cambio de posición subjetiva de la frase letal pronunciada por su padre? Una síntesis del recorrido que acabo de hacer nos daría una respuesta positiva. Ese cambio de posición le permitió llegar a construirse un lugar en el mundo.
Sin embargo, uno podría
decir que en esta historia contada por Brando, como en todo sujeto, se
representan los "pecados" de los padres; volviéndose estos,
inevitablemente, síntomas en los hijos y en los nietos. En estas historias,
podríamos concordar con Lacan: cuando los
padres comen uvas verdes, los hijos tienen diarrea. Tal vez, las verdes
uvas de los Brando mayores llevaron a que en los hijos se repitiesen historias
de rifles, asesinatos, adicciones, alcoholismo y suicidio.
Al
sujeto Brando también se le repiten en la historia los significantes. Estamos
hechos de palabras y la historia significante se revela en las acciones. La
vida es esto.
Poner
el acento en este encadenamiento a las palabras permite ir más allá de un
análisis superficial que diría "porque sucedió esto, viene esto
otro". No funciona así. La vida se construye de otra forma, con la
historia significante, con las palabras que nos visten desde antes de nacer.
Llegamos al mundo arropados por esas palabras que heredamos, que nos habitan,
para bien o para mal. Nos escriben un destino, es trabajo del sujeto deseante
posicionarse de modo diferente frente a esto.
Hay una sentencia que
nuestra cultura occidental y cristiana confirma: "Primero está el
verbo", palabra que marca también el cuerpo. Palabra para conjugar, en
nuestro limitado destino de aprendices, palabras con las que hay que construir
un estilo propio. Para el sujeto esto es un compromiso.
Las
biografías que he leído tal vez nos han ayudado a entender cómo se puede
practicar esa responsabilidad. Marlon Brando, cuyo destino fue tejido desde una
cierta genealogía, creó con voz propia un estilo. Con esas mismas palabras que
han habitado la historia de las generaciones que lo han precedido, junto al descubrimiento
de su talento y al encuentro con su deseo.
Notas
[1] - Doctora en Psicología Clínica, Psicoanalista. Fundadora y ex presidente del Círculo Psicoanalítico del Caribe. Autora de los libros: "Marlon Brando. Y el deseo se hizo hombre" (Mención Especial en el premio nacional "Bruno Gioffrè" – Italia), "Io che porto la giubba…" y "Educar para Crecer".
[2] - Marlon Brando. Quando il desiderio si fa uomo, Cittá del Sole Edizioni, Reggio di Calabria, Italia 1° ristampa in italiano settembre 2006. Collana Arte e Psicanalisi diretta da Eva Gerace.
[3] - Freud, Sigmund. "Señorita Elisabeth von R." Estudios sobre la histeria (1893-95). Tomo II- Págs. 151-182. Obras Completas. Amorrortu Editores
[4] - Gusman, Luis. "El relato en los Historiales Clínicos". Conjetural. Revista Psicoanalítica No. 21. Noviembre 1990. Ediciones Sitio.
[5] - Vegh, Isidoro. "El Barroco Arte del Psicoanálisis", en El Objeto del Arte. Incidencias Freudianas. Didier-Weill, Dreidemie, Juarroz, Millot, Vegh. Ediciones Nueva Visión, 1988, Buenos Aires.
[6] - Brando, Marlon-Lindsey Robert: "Brando. Canciones que me enseñó mi madre". Editorial Atlántida, 1994, Buenos Aires.
[7] - Castración en psicoanálisis tiene un sentido preciso: es la descripción de un proceso inconsciente muy complejo, vivido en la primera infancia y es fundamental para asumir la futura identidad sexual. Desde este punto de vista "castración" no corresponde al concepto corriente de mutilación de los órganos sexuales masculinos. En primera instancia, tanto el niño como la niña creen que "todos" tienen pene, en un segundo tiempo pueden asumir la diferencia anatómica de los sexos. Esto les posibilitará aceptar que el universo está formado por las diferencias: existen los hombres y las mujeres. El cuerpo tiene límites y con una cuota de angustia el niño y de odio la niña, podrán atravesar lo esencial de esta experiencia, la aceptación del límite fundamental: "mamá está prohibida". Esta experiencia infantil, inconsciente, se renueva constantemente a lo largo de las diferentes experiencias de vida.
[8] - Galimberti, Humberto. "El deseo, por aquello que todavía las palabras significan, reenvían a las estrellas: de-sea"; en italiano juego de palabras entre deseo y sideral. "Paesaggi dell’anima", ed. Mondadori, 1996, Milano.
[9] - Galimberti, Humberto. "La puesta en juego no es tanto adelgazar o reconciliarse con la comida, pero como escribe Gèrard Apfeldorfer en Mangio, dunque sono: "La puesta en juego es existir y la persona que come para existir y que quiere adelgazar por el mismo motivo camina sobre el filo de la navaja". Cuando la comida da satisfacción alimentaria llega a ser una prueba de existencia, entonces la comida se encarga de sostener otro discurso que no le compete y por el cuál no dispone de las palabras. Por eso las técnicas y las dietas naufragan, el juego no es el placer, es la inseguridad acerca la propia existencia que no ha encontrado donde anclarse". Op.cit.
[10] - Lacan, Jacques. Seminario III "Las Psicosis". Ediciones Paidós. 1984. Barcelona.
[11] -Sini, Carlo, "El encanto del ritmo es aquél retornar eternamente atrás, al principio que abre al futuro. Es aquél preguntarse eternamente quién era la madre para saber quién soy yo; o qué es el mundo para saber quién soy yo; o quién es el nombre, como decía Borges, quién es el Dios detrás del Dios. Pregunta que naturalmente no se resuelve en una respuesta; se resuelve en la provocación a una nueva pregunta, es decir a un nuevo proyecto". Op. cit.
Notas
[1] - Doctora en Psicología Clínica, Psicoanalista. Fundadora y ex presidente del Círculo Psicoanalítico del Caribe. Autora de los libros: "Marlon Brando. Y el deseo se hizo hombre" (Mención Especial en el premio nacional "Bruno Gioffrè" – Italia), "Io che porto la giubba…" y "Educar para Crecer".
[2] - Marlon Brando. Quando il desiderio si fa uomo, Cittá del Sole Edizioni, Reggio di Calabria, Italia 1° ristampa in italiano settembre 2006. Collana Arte e Psicanalisi diretta da Eva Gerace.
[3] - Freud, Sigmund. "Señorita Elisabeth von R." Estudios sobre la histeria (1893-95). Tomo II- Págs. 151-182. Obras Completas. Amorrortu Editores
[4] - Gusman, Luis. "El relato en los Historiales Clínicos". Conjetural. Revista Psicoanalítica No. 21. Noviembre 1990. Ediciones Sitio.
[5] - Vegh, Isidoro. "El Barroco Arte del Psicoanálisis", en El Objeto del Arte. Incidencias Freudianas. Didier-Weill, Dreidemie, Juarroz, Millot, Vegh. Ediciones Nueva Visión, 1988, Buenos Aires.
[6] - Brando, Marlon-Lindsey Robert: "Brando. Canciones que me enseñó mi madre". Editorial Atlántida, 1994, Buenos Aires.
[7] - Castración en psicoanálisis tiene un sentido preciso: es la descripción de un proceso inconsciente muy complejo, vivido en la primera infancia y es fundamental para asumir la futura identidad sexual. Desde este punto de vista "castración" no corresponde al concepto corriente de mutilación de los órganos sexuales masculinos. En primera instancia, tanto el niño como la niña creen que "todos" tienen pene, en un segundo tiempo pueden asumir la diferencia anatómica de los sexos. Esto les posibilitará aceptar que el universo está formado por las diferencias: existen los hombres y las mujeres. El cuerpo tiene límites y con una cuota de angustia el niño y de odio la niña, podrán atravesar lo esencial de esta experiencia, la aceptación del límite fundamental: "mamá está prohibida". Esta experiencia infantil, inconsciente, se renueva constantemente a lo largo de las diferentes experiencias de vida.
[8] - Galimberti, Humberto. "El deseo, por aquello que todavía las palabras significan, reenvían a las estrellas: de-sea"; en italiano juego de palabras entre deseo y sideral. "Paesaggi dell’anima", ed. Mondadori, 1996, Milano.
[9] - Galimberti, Humberto. "La puesta en juego no es tanto adelgazar o reconciliarse con la comida, pero como escribe Gèrard Apfeldorfer en Mangio, dunque sono: "La puesta en juego es existir y la persona que come para existir y que quiere adelgazar por el mismo motivo camina sobre el filo de la navaja". Cuando la comida da satisfacción alimentaria llega a ser una prueba de existencia, entonces la comida se encarga de sostener otro discurso que no le compete y por el cuál no dispone de las palabras. Por eso las técnicas y las dietas naufragan, el juego no es el placer, es la inseguridad acerca la propia existencia que no ha encontrado donde anclarse". Op.cit.
[10] - Lacan, Jacques. Seminario III "Las Psicosis". Ediciones Paidós. 1984. Barcelona.
[11] -Sini, Carlo, "El encanto del ritmo es aquél retornar eternamente atrás, al principio que abre al futuro. Es aquél preguntarse eternamente quién era la madre para saber quién soy yo; o qué es el mundo para saber quién soy yo; o quién es el nombre, como decía Borges, quién es el Dios detrás del Dios. Pregunta que naturalmente no se resuelve en una respuesta; se resuelve en la provocación a una nueva pregunta, es decir a un nuevo proyecto". Op. cit.
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