jueves, 3 de noviembre de 2011

Interesante.


David Cronenberg, director de “Un método peligroso
Escrito por José Arce

La sola mención del nombre de David Cronenberg llena nuestra mente de imágenes turbadoras que surgen de la incomparable filmografía de un realizador clave en el cine de las últimas tres décadas. Ahora presenta “Un método peligroso”, centrada en la complejísima relación a tres bandas entre Sigmund Freud (Viggo Mortensen), Carl Gustav Jung (Michael Fassbender) y Sabina Spielrein (Keira Knightley).

Y la verdad es que sorprende encontrarse a una persona sencillamente encantadora, amable y atenta, alejada de la imagen inquietante que puede derivarse de su trabajo tras las cámaras. Charlamos con él durante unos minutos que pasan volando; su agenda manda, evidentemente, y tenemos que dejar para otra ocasión una conversación más distendida que se antoja forzosamente fascinante.

Tu carrera sigue llena de personajes turbadores.
Sí. Los personajes de esta historia fueron muy perturbadores en su momento histórico y el momento en el que vivían. En general, no tengo reglas cuando escojo un proyecto, me dejo llevar por mi instinto; de hecho, cuando leí la obra de Christopher Hampton no estaba buscando una película, pero según fui descubriéndola me pareció tremendamente interesante poder explorar cinematográficamente la vida de Sigmund Freud, todo un icono de la vida intelectual del siglo XX.

Y en un momento histórico fascinante.
Exacto, justo antes de la Gran Guerra. Fueron un montón de piezas que ensamblaron solas.

Vuelves a acertar con el casting con el trío principal.
La elección de un reparto es como un arte negro. Es algo muy, muy importante, pero no hay reglas, no hay nada escrito que te ayude a elegir. Puedes matar una película si te equivocas de actor. También me dejo llevar por mi intuición en ese sentido; algo que hago también mucho es ver en Internet las entrevistas que hacen a los actores, porque muchas veces no tienes la posibilidad de conocer a un intérprete de antemano, y así puedo ver cómo reacciona, cómo es en persona. En el caso de “Un método peligroso”, al tratarse de personajes históricos, había que tener mucho cuidado. Con treinta años, Viggo Mortensen podría haber interpretado a Jung, pero con cincuenta no puede hacerlo.

Tercera colaboración con Mortensen, además. ¿Te sigue sorprendiendo como actor?
En realidad creo que soy yo el que en esta ocasión le ha sorprendido a él ofreciéndole este papel, porque él creía que no iba a poder hacerlo. Es increíble cómo ha cambiado su rostro con una prótesis en la nariz y unas lentillas. Eso me recuerda que en el cartel español los ojos de Viggo no son del mismo color que en la película, es un error curioso; de hecho, él estaba un poco molesto por ello. En otros países en el cartel tiene los ojos oscuros. Además, ganó doce kilos para la película, se ha entregado mucho, es fantástico. Confiamos mucho el uno en el otro.

Por otro lado, hay muy buena química entre Michael Fassbender y Keira Knightley.
Me di cuenta en cuanto les vi juntos en el set. Pero bueno, es parte del problema al que me refería antes, los castings son muy complicados. Michael y Keira no se conocían, nunca se habían visto ni habían hablado nunca. He tenido que actuar un poco como un casamentero, porque tenía que hacer que estuvieran bien juntos, que funcionaran juntos. Hay que confiar en que las cosas vayan a salir bien, y así ha pasado.

Más aún cuando tienen que compartir escenas de sexo masoquista…
Desde luego. Además, en esas escenas no da la impresión de que Jung esté disfrutando, es complicado; parece hacerlo más por seguir el consejo de Otto Gross, Vincent Cassel en la película, que le dice que debe darle a ella lo que quiere. Lo hace por ella, principalmente. Los actores suelen sentirse vulnerables al rodar secuencias sexuales, más aún si son de este tipo.

Freud unía el sexo a buena parte de los trastornos mentales.
La verdad es que Freud fue cambiando sus ideas sobre la sexualidad. Vivió una época de mucha represión sexual, y muchos de los pacientes que iban a verle eran víctimas de esa represión; así, es lógico que sexo y problema estuvieran unidos. Puede parecer en la película que Freud es un tipo muy dogmático, pero en realidad no es así; de hecho, escribió un libro titulado “Más allá del principio del placer” en el que trataba la relación entre muerte y sexualidad, a raíz de una conversación que tuvo con Sabina Spielrein.

Es curioso lo cíclicas que se vuelven las críticas hacia el psicoanálisis.
Estas cosas son así, es cíclico, ciertamente. Hace poco leí en el New York Times que el análisis freudiano se está volviendo muy popular en China porque están saliendo a la luz los problemas que tiene su ingente clase media y están volviendo a mirar sus postulados. Freud tuvo una carrera muy longeva, escribió muchos libros y desarrolló muchas teorías que tienen mucho potencial para ayudar a la gente, desde luego. Creo que su vigencia aún será muy larga.

“Un método peligroso” une la exquisitez formal de tus últimos trabajos con temas recurrentes de tu carrera, como una carga intelectual y sexual muy potente. ¿Marca un retorno a los inicios de tu filmografía?
Cuando me embarco en un proyecto no pienso en lo que he hecho hasta ahora, acepto las cosas tal y como vienen. Dicho esto, es cierto que lo primero que rodé en mi vida fue un corto de siete minutos, “Transferencia”, sobre un médico y su paciente. Visto así es como un círculo que se cierra; pero si hiciese mil películas, podrían ser todas distintas. Sexo, muerte, locura, familia… son temas recurrentes, importantes e interesantes, los mismos griegos los trataban con asiduidad. No soy una persona obsesiva, no estoy obsesionado con ningún tema en concreto.

Tu obra ha sido muy influyente para muchos cineastas.
Atom Egoyan me lo dijo, por ejemplo, o Darren Aronofsky, que me comentó que “La mosca” había sido unas de sus principales inspiraciones para “Cisne negro”; es tremendamente halagador, y me encanta haber servido de ayuda. Pero bueno, en lo que sí creo que puedo haber contribuido es en haber sido uno de los primeros directores canadienses que se quedó a vivir en Canadá, sin salir a Estados Unidos o Inglaterra para tener una carrera.
 
http://noticias.labutaca.net/david-cronenberg-director-de-un-metodo-peligroso-no-soy-una-persona-obsesiva/

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